Second life

Regresando hacia España, he podido leer una noticia acerca del juego ‘Second Life’ en ‘El País’ .

Este juego es uno de los paradigmas que mucha gente no comprende, pero que cada vez tiene más adeptos. ‘Second life’ permite tener una segunda vida virtual donde escoges el nuevo rol que juegas en esa sociedad virtual creada por Linden Labs. Si bien en este juego las relaciones personales son su base, hay algo que es destacable y es su aspecto económico. En esa vida virtual, existe el Dólar Lindel, con una relación de cambio de 1 a 375 dólares reales.

Dice el artículo que sólo en Septiembre, los intercambios realizados entre usuarios alcanzaron el valor de 6,6 millones de dólares. Increíble, pues parece que no, ya que los usuarios, por poner un ejemplo, están pagando 50 $ reales porque su ‘segunda vida’ salte desde un paracaídas. ¿Lo pagarías vosotros? Yo seguramente no (los niños y la casa se llevan la mayor parte de los ingresos) no dejando mucha maniobra para este tipo de cosas. Pero esto demuestra que, como dice Dave Ulrich , profesor de la Universidad de Michigan, el valor lo determina el receptor, no el proveedor de la información. Por eso, las nuevas redes Teleco 2.0 son redes con mucho contenido social, donde los proveedores de la información y los servicios son una parte más en la generación de los mismos y donde los usuarios finales juegan el gran papel de ser los mezcladores de sus propios contenidos con sus propias premisas.

Estas redes ponen su énfasis en el usuario como elemento central para determinar el valor del contenido entregado, pero además rompen con los tradicionales ‘kioscos’ donde los proveedores entregan sus servicios. Y es que estamos cambiando del modelo tradicional ‘push’ de servicios hacia un modelo ‘pull’, donde los usuarios demandan nuevos contenidos y servicios. Herramientas tradicionales como los CRM no son muy adecuadas para estar en contacto con el usuario y saber de primera mano sus necesidades, y esto genera un sentimiento de incomodidad entre la comunidad de proveedores de servicios. De hecho, esta nueva situación quizás implica el mayor cambio afrontado por esta industria en los últimos 20 años y trae tras de si diversos retos, algunos de los cuales son difíciles de asimilar internamente en cada una de estas compañías. El apalancamiento en la situación actual sólo conllevará a una reducción constante y paulatina de los ingresos, pero para cambiar es necesario querer hacerlo, lo cual requiere más esfuerzo. No se trata de crear nuevos eslóganes acerca del usuario, en este caso la actitud es clave y el usuario lo sabe.