UMTS
Cuando doy alguna conferencia sobre UMTS (Universal Mobile Telecommunications System) siempre empiezo preguntando al público asistente si tienen un móvil de tercera generación, 3G, y les digo que me cuenten cual es su percepción acerca de los servicios que los usuarios reciben con esta nueva tecnología. La conclusión siempre es la misma, mayor ancho de banda para conectarte a Internet, para aquellos usuarios corporativos que se conectan a su Intranet, mayor rapidez para acceder a los servicios de back-end de la empresa y la vídeo llamada y los servicios relativos a la misma.
Pero lo cierto es que cuando hablas con los usuarios no ven gran valor en estos servicios. Y tal vez aquí tengamos una de las razones por la cual el UMTS sigue sin despegar. En la actualidad, después de 4 años del lanzamiento comercial de esta tecnología por los diferentes operadores en España, la base de clientes UMTS global de todos los operadores está en torno a los 2 millones. ¡Estamos hablando de un ridículo 5% sobre el total de usuarios de telefonía móvil en España! Ante esta situación cabe preguntarse qué se está haciendo mal, porque si bien inicialmente el número de dispositivos móviles en el mercado (modelos y cantidad) era pequeño, ya desde hace unos años la oferta es enorme, por lo que no parece una apropiada justificación.
Para mi uno de los errores no aprendidos es la tendencia tecnológica que tienen los operadores a vender tecnología en vez de servicios. El usuario es agnóstico con respecto a la tecnología. Cuando tengo la suerte de hablar con nuestros clientes (algunos son ‘frikis’ y les gusta estar a la última, pero esos son un porcentaje pequeño) te das cuentas de que ellos tienen unas necesidades de servicios, no de tecnologías. El gran problema es que en la mayor parte de los operadores hay mucho ‘tecnólogo’ que además no es capaz de ‘ponerse el sombrero’ del usuario final ajeno a este mundo, pero con unas necesidades no cubiertas. Por eso me gusta cada vez más una parte ‘no licenciada’ de mi trabajo que consiste en convertir las tendencias sociales a servicios que usan unas determinadas tecnologías.
Pero además de lo ya mencionado sería muy pobre considerar que un organismo de estandarización como 3GPP haya gastado tanto tiempo en desarrollar especificaciones para una red con tan escaso número de servicios. Lo cierto es que no es así. El objetivo último de 3GPP fue desarrollar una red móvil completamente basada en IP que sustituya a las redes tradicionales existentes.
La siguiente pregunta que puede surgir al lector es cuando habrá, en esta red UMTS, servicios más cercanos a sus necesidades. La respuesta a esta pregunta es clara: cuando se despliegue IMS (IP Multimedia Subsystem), como ya hemos mencionado en otras ocasiones, en la red móvil. No quiero explicar IMS ahora, prefiero dedicarle algunas sesiones posteriores, pero si me gustaría remarcar la importancia de IMS como proveedor de valor a las redes UMTS. Es más, desde mi punto de vista, UMTS sin IMS no tiene valor para el usuario, como demuestra el escaso interés de los usuarios.
No me gustaría acabar así, sin enseñaros un dibujo de la arquitectura de UMTS previa al IMS, sobre todo para aquellos lectores más técnicos.
Como podéis ver, UMTS no tiene un enfoque revolucionario ni rupturista, es un enfoque evolutivo, considerando la situación actual y creando un camino de migración. Manteniendo las redes de circuitos tradicionales, separando en ellas el control (MSC Server) del transporte (MGW) para permitir la inclusión de nuevos transportes, como IP, alternativos al tradicional TDM, y evolucionando las redes de paquetes GPRS hacia redes de mayor capacidad, con mayores velocidades en el acceso a servicios de datos. Esto se consigue cambiando la tecnología de acceso radio existente, TDMA, por una nueva tecnología de acceso de banda ancha, WCDMA.
Estas características hacen que las redes UMTS sean redes del tipo Teleco 2.0.
Creo que por hoy es suficiente. En los próximos días explicaremos más acerca de UMTS.
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