lunes, abril 09, 2007

Publicidad, sí, por favor

Al hilo de una noticia sobre Google y su interés en entrar en el negocio de la publicidad en TV, voy a hacer una serie de reflexiones, demandadas por una amiga después de leer mi último artículo en Teleco 2.0. Esta amiga me pedía que diera más información acerca del cambio del modelo en las cadenas televisivas.

Hoy por hoy, Google es el gran dominador del negocio de la publicidad en Internet. El modo en el que Google ha conformado su imperio no ha sido cosa de poco tiempo y del puro azar, sino que hay una clara estrategia (incluso algunos afirman que detrás del buscador de Google están las herramientas de búsqueda y rastreo en Internet de la propia CIA) definida: proveer valor al usuario inicialmente a coste cero. Pero, ¿es realmente coste cero? Sí, pero no. Ya que el usuario acepta que puede recibir información publicitaria adaptada a los contenidos que busca, o al contenido de un email, en el caso de gmail, etc. Y es que es curioso la actitud de los usuarios en el uso de sus datos.

En el caso de los proveedores de acceso a Internet, el usuario paga por ese acceso. El proveedor tiene una serie de datos del usuario (nombre, apellidos, dirección, cuenta bancaria, etc) e incluso podría saber que información desea, técnicamente es posible, otra situación es lo que dice la legislación vigente. En este caso, a priori, al usuario no le gustaría que un proveedor de acceso le hiciera marketing con la información que el usuario cursa por la red del operador, se sentiría atacado en su privacidad.

Sin embargo, en el caso de Google esto no es así. El usuario acepta de buen grado esta intrusión en tu privacidad, ya que el servicio que da Google es gratis. Pero yo creo que hay algo más y es la potencia de marketing personalizado y con respuesta en tiempo real. Así, cuando abres un email y en el texto hablas, por ejemplo, de toros, la publicidad está relacionada con el tema tratado en el email y puede llegar a ser muy útil. Siguiendo con el caso de los toros, si en el email te preguntan si te apetece ir a Las Ventas, es interesante tener la página web de Las Ventas, donde acceder al cartel y un sitio donde poder conseguir las entradas. ¿Es esto útil para el usuario? Sí. ¿Es intrusivo? Sí. ¿El usuario lo ve mal? No, lo acepta de buen grado porque recibe un servicio de búsqueda/correo/blog/etc gratis y además recibe un servicio de valor añadido, que es información interesante sobre el asunto que está tratando.

Resumiendo, lo que ha creado Google es una mega base de datos con los perfiles de interés de sus diferentes usuarios, que le permite hacer marketing personalizado. Estos datos son los más interesantes, pues con centro en cada uno de los usuarios, Google juega a ser intermediario entre este usuario y la empresa que vende algo que pueda convertir al usuario en su cliente.

Pero vayamos al asunto central de este artículo. Si analizamos el modelo de las cadenas de televisión, al menos de las que ofrecen su emisión en abierto, su sustento fundamental es la publicidad. Lo cierto es que lo hacen realmente bien y después de muchos años trabajando de este modo, se encuentran muy cómodos negociando con los anunciantes y compitiendo con sus competidores tradicionales (de hecho esta misma situación se da en los operadores móviles).

La llegada de nuevos jugadores, como el caso de Google, a este ecosistema produce o producirá un cierto malestar en todas las cadenas de televisión, pues las reglas de competición van a cambiar.

En un primer paso, Google ha creado un sistema parecido al Google Adsense que utiliza con excelentes resultados en Internet. El sistema se llama TV Ads y permite evaluar casi en tiempo real el éxito de una determinada campaña de publicidad, lo cual permite a los publicistas adaptar su oferta a las evaluaciones del cliente muy dinámicamente. Esto ataca, en mi opinión, a una de las dos grandes barreras que tiene la publicidad en TV: la latencia existente entre el lanzamiento de un anuncio y los resultados del impacto generado; la otra gran barrera es la publicidad personalizada por usuario, imposible de realizar actualmente, ya que no se tiene constancia de quién es el receptor de las emisiones, se conoce la unidad familiar tipo o diferentes tipos de unidad familiar, pero no al individuo (marketing de grupo en vez de marketing personalizado). Este sistema que hoy prueba la empresa de California, es un paso más en la mejora de su ‘core business’, que es la venta de publicidad en medios de difusión.

Pero esto no quedará aquí. En la medida en que el modelo de TV cambie y se llegue a ver diferentes cadenas de televisión (o canales de una misma cadena) en una misma casa, se avanzará hacia la personalización de la TV (como ocurrirá en la TV en el móvil) y, por ende, hacia la personalización de los anuncios recibidos. Es decir, el modelo que hoy Google ejecuta en Internet se puede extrapolar hacia esta TV adaptada al usuario. Y es que el usuario, en mi opinión, sí quiere recibir información publicitaria, pero de las cosas de su interés. Como comprenderéis, ver un anuncio sobre un determinado detergente (en el que curiosamente siguen apareciendo mujeres…) no me motiva demasiado, pues yo compro el que sea, sin embargo saber que hay un festival de música sacra o de ópera me resulta interesante y me empuja a averiguar más sobre él.

El mayor problema actual con la publicidad en TV es que se hacen paquetes de publicidad generales, que abarquen todos los gustos, todas las edades, todo de todo... Es difícil segmentar, porque la televisión la ven niños desde 1 año hasta mayores centenarios, con sus diferentes intereses. Así, lo que ocurre es que cuando llega la publicidad, la familia recoge la mesa... En la medida en la que la televisión sea vista más individualmente y en dispositivos que identifiquen al televidente, la segmentación llegará a este mundo. No quiero decir con esto que la televisión como lazo familiar se acabará, espero que no, pero están surgiendo nuevas formas de verla más individualizada y fuera del entorno tradicional.

La TV en el móvil es uno de los casos más claros. El móvil es un dispositivo personalizado, que siempre va contigo y que en países como España, casi todos sus habitantes tienen uno. En la medida en que las cadenas de televisión sean capaces de tener identificados a cada uno de estos usuarios y hacerle marketing personalizado, harán de la publicidad un valor añadido para el usuario. Lo difícil en este caso es clasificar a los usuarios, pues es necesario tener la información de los gustos e inquietudes de los mismos para poder clasificarlos. A cambio, esta dificultad conlleva eficacia y eficiencia (prefiero ver las cosas como oportunidades a amenazas), una gran recompensa: la de ofrecer valor añadido al usuario y que esto sea percibido por él. ¿Cómo conseguir la información de los usuarios? Creo que esto es parte de la estrategia que siga cada empresa, pero sin duda, el que mejor lo sabe es el propio usuario, tal vez le podamos preguntar a él.

lunes, abril 02, 2007

Wallstrip

El otro día leía una noticia que me había pasado mi mujer, sin duda una de las más entusiastas en mis labores de este sitio Teleco2.0. La noticia hablaba de un portal web llamado Wallstrip, que presenta las noticias financieras adaptadas al usuario final, en este caso su audiencia.

Como dicen los publicistas, el ‘target’ o público objetivo esta entre 20 y 30 años, a los cuales les gusta estar al tanto de la situación financiera, pero con un valor añadido, como es en este caso resumir las noticias, presentarlas en formato vídeo y darle unas notas irónicas. Unido a lo anterior, la presentación por Lindsay Campell, añade otro motivo más para que 10.000 personas al día se conecten al sitio web.

Comentaba la noticia el caso de TheStreet.com, que realiza una mezcla de redes sociales con conceptos de inversión, permitiendo a los usuarios intercambiar opiniones acerca de posibles inversiones, quien sabe si en alguno de estos sitios web no se liberara alguna información de carácter relevante que te permita dar algún pelotazo en la bolsa, al estilo de algunas conocidas empresas españolas de los años 2000, permitidme en este caso que obvie nombres que todos conoceis.

Para mi lo más importante de la noticia radica en el cambio del modelo que estamos teniendo en los últimos años o meses, porque esta situación está tomando cada vez más fuerza y, para mi es como un tsunami, pues arrastrará a todos aquellos que no estén en edificios sólidos y en las plantas superiores, o lo que es lo mismo, a aquellos que no estén preparados. Espero que los compañeros consultores estén avisando a los presidentes de las diferentes compañías de que la ‘ola’ está cada vez más cerca (lo digo con conocimiento de causa, las compañías no se mueven hasta que un consultor no les alerta del problema, ya sabeis que es más seguro hacer caso al vecino que a alguien de la casa. De hecho yo me he visto en situaciones en las que he presentado cosas a los consultores, que luego he visto reflejado en sus presentaciones a mis superiores, curioso, ¿no?).

De cualquier forma, pase lo que pase, me siento muy afortunado de poder participar en esta época de tanta convulsión en las redes de telecomunicaciones, contenidos y sus usos y usuarios. Dice Viviane Reding, que quiere que las compañías de telecomunicaciones se dividan en acceso y contenidos/servicios y yo creo que es muy positivo. Para poder sobrevivir en el mundo de los contenidos/servicios se requiere ser muy social, en otras palabras estar muy cerca del usuario y de sus necesidades y ser capaz de entenderlas y convertirlas en un valor añadido. Esto es difícil, hay que hablar con mucha gente, seleccionar ideas y ‘lanzarse a la piscina’ a ver que pasa. Esta situación no es viable en las estructuras de las empresas tradicionales del mundo de las telecomunicaciones, donde el ‘business case’ pesa por encima de todo. Si analizamos la mayor parte de los casos de éxito de los últimos años, desde Microsoft hasta YouTube, nos daremos cuenta de que ninguno de sus creadores era consciente del éxito que iban a tener. Tuvieron una idea, unos recursos y la ejecutaron, había ‘business case’ detrás de estas ideas, probablemente sí, pero dejadme que os diga que no he visto a nadie intentando sacar una idea adelante que no tenga un ‘business case’ existoso. Vamos, yo no iría a hablar con mi jefe acerca de una idea con el objetivo de realizarla y le contaría que lo único que nos va a reportar son gastos, pero que lo vamos a pasar muy bien.

Para afrontar este cambio, creo que es necesario disponer de personas con, entre otras habilidades, las de tener una mentalidad muy abierta, no sesgados por juicios de valor, dispuestos a escuchar (pongo escuchar porque es oir prestando atención) a los decisores y a sus necesidades (los usuarios), con habilidades técnicas para ser capaces de trasladar o convertir estas necesidades a productos o servicios y, sin duda, con suficientes recursos económicos y humanos que les permitan abordar estas actividades, no olvidemos que muchas de las pruebas de concepto que se realicen pueden fallar.

Pero lo cierto es que es maravilloso ver como ya han comenzado a saltar las alarmas en otros miembros del sector, como puedan ser las cadenas de televisión, que han detectado que la situación actual cambiará hacia nuevos modelos más interactivos y más segmentados. El cómo y cuándo quedan para el futuro, ellos saben que han de cambiar, que este cambio es el mayor que probablemente hayan abordado en su historia y están decididos a abordarlo cuanto antes. Dar este primer paso es, en mi opinión, todo un éxito. Y es que si los ingresos de las cadenas de televisión se substentan en la publicidad, hoy en día el que lo está haciendo muy bien en publicidad en Internet es Google. De hecho, esta compañía ya ha hecho pruebas con usuarios reales de personalización de anuncios para TV. Parece que el ‘hambre’ de Google es insaciable…

Si hablamos de un cambio de grandes magnitudes como el que se va a vivir en el sector de las telecomunicaciones, entonces el punto de partida debe ser que el primer ejecutivo de la compañía esté alineado con él, lo entienda, lo lidere y lo defienda. No valen en este caso buenas palabras para convencer a los inversores, el futuro de gran parte del negocio de la compañía está en juego y hay que empezar a ‘apostar’ por él, por supuesto sin olvidar tu negocio actual. Aquellos que estén en la playa cuando venga el tsunami, serán arrastrados. En este caso no me preocupan estos primeros ejecutivos, me preocupan todas las familias que puedan verse afectadas por las consecuencias de la pérdida de negocio.

¿Qué pasará? Lo iremos viendo. Mientras tanto seguiré aportando lo mejor de mí haya donde esté.

El mundo se mueve bajo nuestros pies

Hace unas semanas tuve la oportunidad de estar en un congreso con personas de diversas compañías y nacionalidades.

Al final hicimos una mesa redonda y de eso es de lo que os quiero hablar. Se han mencionado muchas cosas, así que intentaré ir poniendo todas sobre la mesa.

Hemos hablado sobre Skype. Una persona preguntaba si preveíamos un mundo con sólo Skype en el futuro. Sobre este tema ha habido diversas opiniones.

Como ya sabreis, hay operadores que están prohibiendo el uso de Skype en sus redes como forma de potenciar o mantener los ingresos por voz tradicional que tienen. En mi opinión esta línea representa la forma estalinista de operar ante agresiones. Creo que seguir esta línea puede provocar un efecto no deseado sobre un porcentaje de los clientes, que además serán los de la banda menor de 35 años, que a la postre se convertirán en clientes en otras bandas con la llegada de los años.

Cierto es que la memoria histórica de la gente es pequeña (al menos en España), pero recuerdo los días donde nació Airtel y muchos de mis amigos se cambiaron con ellos porque estaban hasta el gorro de Telefónica. En mi opinión, para contrarrestar los efectos de Skype hay que analizar que oferta de valor se puede dar alrededor del servicio de la voz para aquellos usuarios que buscan una reducción de precios, es decir, si los usuarios usan Skype porque es gratis, la única forma de atraerlos hacia ti, es mejorar el servicio que ofrece Skype y que esto sea considerado interesante por los usuarios (por favor, no olvidemos que el valor lo determina el usuario final, no el que provee el servicio).

En un primer análisis a mi se me ocurrió, y lo llevo diciendo desde hace mucho tiempo, el problema que tiene Skype en no ofrecer un servicio de atención al cliente 24x7. Claro, esto es costoso, pero ¿qué ocurre cuando algo en tu PC no funciona y no puedes llamar? El usuario no es ‘friki’ y usa las tecnologías a nivel de usuario. Pero ‘olalá’ Skype ha anunciado que estaban gestionando ofrecer un servicio mejorado, cobrando, por supuesto, pero con atención al cliente. Parece que estos chicos de Skype quieren más parte de la tarta de voz y además quieren crear clientes leales.

Ufff, esto se complica. Si miramos además a la última versión de Skype veremos muchas y novedosas herramientas para usar en la misma comunicación establecida, añadiendo más valor a la oferta de voz. Ya el usuario determinará que herramientas quiere usar en cada momento, pero de momento ahí las tiene. Y según anuncian, en poco tiempo en el móvil…

En contra Skype se puede decir que hay cosas ocultas, lo cual no gusta a las comunidades (de hecho en seguridad no hay nada peor que ocultar tus algoritmos y protocolos, en este caso se aplica la máxima de que 4 ojos ven más que 2 y se dan a conocer los mismos para determinar su fortaleza), que quieren realizar mejoras o incorporaciones tipo mash-ups. Otra cosa que no gusta al usuario, que muchos ignoran, aunque hayan aceptado las cláusulas definidas por Skype en el contrato electrónico, es que si tienes una dirección IP pública pueden usar tu PC como ‘hub’, vamos que pasarían llamadas de otras personas a través de tu PC y esto no gusta. El panorama puede ser bueno cuando lleven Skype al móvil, ya que los móviles están usando en su mayoría IPs públicas.

Creo que es destacable de cualquier manera la estrategia de Skype y como va a ir creando valor alrededor de la oferta inicial, haciendo más complicadas las posibilidades de los operadores para competir con él.

Otro tema del que hemos hablado es acerca de la opinión de Viviane Reding, la comisaria europea de telecomunicaciones, de dividir los operadores en dos partes: transporte/red y servicios. Los operadores no están muy de acuerdo con esta postura, aunque yo disiento en este caso.

Los operadores no quieren fundamentalmente por dos cosas: la primera es que al dividir la empresa, en la mayor parte de los países no habría hueco para tantos ‘transportistas’ En el caso de España yo no veo a más de 2 operadores en la parte de transporte/red, incluso con uno sería suficiente. Además este negocio debe ser rentable y hay que optimizarlo, y ya sabemos lo que esto implica, como decía Toshack, ‘no comments’, me lo podeis preguntar cuando nos veamos.

Pero existe otro problema más, que es competir en servicios y hacer que estos servicios estén adaptados a los clientes. Esto es mucho más complicado sobre todo para los operadores europeos, al menos para los llamados ‘incumbentes’, los que llevan muchos años operando.

Del mundo telco tradicional desde donde vienen estos operadores, la costumbre es empujar tecnologías y servicios al mercado, sobre todo lo primero. Hasta ahora lo que realmente se ha vendido es un acceso móvil o fijo, no se han vendido servicios como tal, se ha vendido voz, o SMS, paquetes focalizados en el precio, y esto se lleva haciendo durante muchos años, debido fundamentalmente a las limitaciones tecnológicas. Viviendo cómodos, sacando servicios nuevos que el usuario no necesita y estando muy lejos del cliente, por más que todos los operadores tengan al cliente en su estrategia. Pero lo cierto es que no se podía hacer mucho más, era la tecnología que había.

El problema es que la organización se acostumbra a ese ritmo, como dice el refrán ‘cuanto menos haces tanto menos quieres hacer’, y cambiarla para maximizar las capacidades de las nuevas tecnologías no es francamente fácil, ante todo somos seres humanos, con nuestras inquietudes, problemas, preocupaciones…Claro de este modo, competir en servicios es complicado, sobre todo con aquellos que han creado un imperio en los últimos años, como Google, llenos de dinamismo, con una organización muy flexible, valga el ejemplo de que Flicker cambia su software cada 30 sg, que si bien puede no ser muy indicativo, muestra una forma de operar radicalmente distinta a la de los operadores tradicionales. Pero si bien competir con estos ‘grandes de Internet’ no es fácil, yo creo que es posible, sobre todo apalacándose en los activos que poseen los operadores que les puedan servir para ofrecer un servicio diferenciado. ¿Cómo? Creo que para eso hay que hacer un ejercicio particularizado al propio operador, donde estaremos encantados en ayudaros.

Lo que si me parece interesante mencionar es que el mundo que nos va a tocar vivir en los próximos años va a ser muy interesante, pues este sector se encuentra en plena reconversión y esa reconversión afectará a todos los actores del sector, desde el proveedor de contenidos hasta el de red. Como dice un amigo mío de Telecinco, "el mundo se mueve bajo nuestros pies". Qué pasará es difícil de determinar, pero si hay que ir a las barricadas allí estaré